SOBRE LA REFORMA A LA SALUD

Sobre la reforma a la salud2 (Comp)

¡La concertación siempre será el camino para lograr lo bueno para los colombianos!” La anterior afirmación, relacionada con la reforma a la salud en Colombia, es de Dilian Francisca Toro. En tal sentido, dicha concertación a la reforma asegura los votos para pasar, pero la misma renuncia a su esencia: la salud no puede, ni debe ser negocio manejado por privados. Al respecto surgen; entre otras, las siguientes inquietudes: ¿cuál es la diferencia entre un servicio y un derecho?, ¿cómo entender la democracia en la teoría y en la práctica; existen algunas diferencias?, ¿tal concertación fue un pacto de élites?

A continuación, algunas consideraciones relacionadas con las anteriores preguntas. En primer lugar, la principal diferencia entre un derecho y un servicio radica en que el primero (derecho) es otorgado al ser humano, per se, por tal condición (ser humano), lo cual a su vez lo hace exigible y de obligatorio cumplimiento[1]. Por otra parte, un servicio se puede contratar siempre y cuando quien quiera negociar cuente con los medios para ello. De tal manera, para poder estar todos de acuerdo y saldar esas pequeñas, pero sutiles diferencias entre derechos versus servicios; se propone partir por entender la importancia del cuidado de la vida a través de la salud de todos y cada uno de los habitantes de esta nación. Es decir, el cuidado de la vida, (salud del ser humano) como valor supremo, debería estar por encima de cualquier interés mezquino ya sea gremial o personal. Ahora bien, en Colombia, la ley estatutaria de salud garantiza mediante la interrelación de elementos y principios fundamentales (artículo 6) la manera cómo se debe prestar este “servicio” en todo el territorio nacional, para lo cual no deben o no deberían existir criterios de exclusión como: condición económica, raza, credo político, edad, orientación sexual; entre otros. Por lo tanto, aquella persona, la cual lea el presente artículo, puede consultar la citada ley, para así sacar sus propias conclusiones, en relación con la observancia o no de dichos principios fundamentales tanto en la práctica, como a lo largo y ancho de la nación.

En relación directa con lo antes expresado, se debe considerar el significado del término democracia[2], para lo cual aquí se cita, a pie de página, los numerales 1, 2, 3 y 4 de la definición encontrada en el diccionario virtual de la real academia de la lengua española; ya que, en concordancia con el artículo uno (1) de la Constitución Política, Colombia es: un Estado social de derecho, organizado en forma de República unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la prevalencia del interés general.”

La soberanía del pueblo junto con el respeto a la dignidad humana, a la libertad y a la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley se ven opacadas en la práctica porque; entre otras razones, en el caso específico de la reforma a la salud, se requiere un debate más amplio y menos robo de sus recursos, para lograr satisfacer las necesidades de la población y mejorar la calidad del sistema de salud; entre otros aspectos. Es decir, el solo hecho de consultar a los jefes de los partidos políticos tradicionales, en Colombia, no basta porque, hasta el momento y según lo pactado, se mantiene el sistema mixto con EPS públicas y privadas, en palabras claras, la salud sigue siendo un negocio. Importa todo menos el respeto a la dignidad humana, la solidaridad y la igualdad ante la ley; lo anterior, porque, en Colombia, es costumbre negociar entre las élites, aquí vale recordar el famoso acuerdo denominado Frente Nacional, con el cual se pretendía detener, pactar o terminar con ese periodo álgido y triste de violencia política y social vivido en esta nación.

También, es fundamental pensar en el papel de los dueños de algunos medios masivos de comunicación, quienes sólo permiten conocer los robos y el saqueo al sistema, cuando se hace imposible tapar el sol con un dedo.

Es tan bueno y productivo el negocio (salud) que dicho pacto está presente entre quienes son los dueños de éste (atención en salud) y aquellos serviles a intereses personales y mezquinos. Estos dos grupos temen un proceso de liberalización y de profundización democrática desde el pueblo y para el pueblo. En este sentido, el actual gobierno, por más dinámica que resulte ser la política, deja a otras administraciones el pago de una deuda histórica con los colombianos.

[1] La Corte Constitucional ha desarrollado el carácter fundamental de la salud como derecho autónomo, definiéndolo como la facultad que tiene todo ser humano de mantener la normalidad orgánica funcional, tanto física como en el plano de la operatividad mental, y de restablecerse cuando se presente una perturbación en la estabilidad orgánica y funcional de su ser”, y garantizándolo bajo condiciones de “oportunidad, continuidad, eficiencia y calidad, de acuerdo con el principio de integralidad”. Además ha dicho que el derecho a la salud obedece a la necesidad de abarcar las esferas mentales y corporales de la personas y a la de garantizar al individuo una vida en condiciones dignas, teniendo en cuenta que la salud es un derecho indispensable para el ejercicio de las demás garantías fundamentales. Sentencia T-001/18. Corte Constitucional.

[2] Democracia: Del lat. tardío democratĭa, y este del gr. δημοκρατία dēmokratía.

  1. 1Sistema político en el cual la soberanía reside en el pueblo, que la ejerce directamente o por medio

de representantes.  

  1. f. País cuya forma de gobierno es una democracia.
  2. 3Forma de sociedad que reconoce y respeta como valores esenciales la libertad y la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley.
  3. 4Participación de todos los miembros de un grupo o de una asociación en la toma de decisiones.

En esta comunidad de vecinos hay democracia.

 

Escrito por: Juan Francisco Casas Díaz

Mgtr. en Defensa de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario